miércoles, 28 de febrero de 2007

The good, the bad and the ugly

No, esto no es más un homenaje a Ennio Morricone ni tampoco la inspiración de Clint Eastwood y sus cartas desde Iwo Jima -- aunque las dos influencias me parezcan buenas y apropriadas si hablamos de creación. La verdad es que me gusta empezar las cosas por los titulares, y como quiero hablar de nombres, me acordé de este, que en mi modesta opinión es perfecto.

La pregunta es: ¿Qué nombre daremos a nuestro colectivo? No tengo ni puta idea, puesto que yo mismo tengo problemas -- obvios, ¿no? -- con el tema, así que me es costoso pensar. Pero puedo hacer algunas sugerencias de cómo podemos llegar a un buen resultado.

Primero: que nos identifique. Parece fácil decirselo, pero no es tan simple. Creo que un buen nombre nace quando hallamos algo que tenga que ver con nosotros. Es decir, ¿qué tenemos en común, que nos orgullecería en presentar al mundo como nuestro? Somos muy distintos unos de los otros, pero tenemos cosas que nos unen. Busquémoslas.

Segundo, que huya de los lugares comunes -- para mí, foto en el nombre sólo como en No Photo, que ha pillado una disculpa muy buena para ello. Por la misma razón, el colectivo podemos dejarlo para cuándo los diarios nos citen: "El colectivo madrileño XYZ abrió ayer la más espectular exposición ya vista en la ciudad..."

Y tercero -- last, but not least --, que sea facil de hablar hasta para los españoles. Perdonad la broma, pero la gente tiene dificultad de pronunciar nombres en inglés, así que sería bueno si nos preocupáramos con eso. Un buen nombre en castellano no me parece mala idea, puesto que aquí empezamos y aquí podemos quedar. Latin mola, of course. Griego, sólo profundo. (Lo siento, chicas, pero me fue imposible contener el chiste. Es que en el metro no me queda otra opción que leer todo el diario gratuito, incluso los clasificados.)

Pues nada, creo que estas son las consideraciones que considero importantes. Venga, que nos es mucha cosa. Pongamos la cabeza a funcionar, que no cuesta nada -- solo a Maria, claro; que gracioso estoy -- y además quema calorías. ¿Sabíais que el cérebro gasta 30% de toda la energía del cuerpo? Vaya, que por esto nadie lo esperaba, ¿no?

Hasta luego.

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