Los contadores de historias

"La palabra que decimos
viene de lejos,
y no tiene definición,
tiene argumento.
Cuando dices: 'nunca',
cuando dices: 'bueno',
estás contando tu historia
sin saberlo."
Luis Rosales.

¿Por qué poesía? No lo sé, pero me inspiró. Esa la leí por la mañana en el metro, luego estaba con el bloc de notas en la mano...

Storytellers

Somos contadores de historias, por ello estamos en EFTI. Es lo que sabemos (poco) y queremos (mucho) hacer. Fátima con sus playmobiles, Maria con sus muñecas y su cuerpo, Oscar con Poseidon y Alberto con la gente que pasa por un Retiro imaginado, Gabriela con sus escenas falsamente cotidianas, Tiago con una Nikon y yo con una Canon. Si Vero queda en la bañera, Ingrid va a la calle mientras Eva piensa, razona, sufre por su blanco creativo.

Pero te digo, Evita, como se lo digo a todos -- a mí mismo --, aunque pueda parecer lugar común: sin invierno no hay vino. Estamos en medio de una crisis, pero esto es un proceso por lo que todos tenemos que pasar para llegar a ser los fotógrafos -- y los seres humanos, al fin y al cabo, pues de eso se trata -- que podemos ser. Podemos, eso es muy importante que se diga. Traemos todos el germen de algo más grande que un código genético puro y duro: llevamos adentro un código cultural heredado de nuestros ancestros y también de gente que no llegamos a conocer. Pero está todo aquí, grabados en nuestras memorias, reflejados en nuestras emociones e intuiciones.

Y todo eso vuelve al mundo por nuestras imágenes, lo que no podemos cambiar. Lo que sí podemos hacer es plasmar este chorro ideológico (puesto que la ideología no ha muerto, aunque la quieran muerta) de manera más limpia, sencilla, crítica. Olvidemos que muchos han aprendido como hacerlo antes de nosotros; ha llegado nuestro turno. Somos una nueva generación, con mucho sentido de humor, un siglo de cultura visual intensamente absorbida en pocos años, ironía, ninguna vergüenza. Podemos.

Los que todavía lo dudan que van a leer Damien o Steppenwolf y escuchen lo que dice Herman Hesse. Así como son iguales los embriones de peces, aves y primates, ahora hay poca diferencia entre nosotros y la gente. Pero somos distintos porque evolucionamos: mientras unos nunca llegarán a hacerse seres humanos completos -- si no crean, siempre les faltará algo -- nosotros ya empezamos a desarrollar nuevos cuerpos -- manos más firmes, ojos más atentos, espaldas más fuertes -- y nuevas mentes -- que enmarcan todo, segmentan, encuentran padrones que nadie había percibido antes -- para ser los fotógrafos que, repito, podemos ser.

Podemos. Esta es la clave de todo.